LA VOCACIÓN SACERDOTAL
Ser sacerdote… sí, Cristo cuenta contigo. Era el día de la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, iba una señora con su hijo de la mano en la procesión parroquial con la imagen de la Virgen. El niño se inquieta y se pregunta por qué tiene que sufrir la Virgen. Escucha atentamente el sermón que el párroco pronuncia en aquel día de fiesta, era sobre los dolores de María. Todo esto deja espacio a la reflexión del niño, quien al llegar a casa dice a su madre, Mamá, ya sé qué es lo que voy a hacer cuando grande: ¡voy a ser sacerdote! El niño se llamaba José Gabriel Calderón, y desde ese momento comenzó a cultivar con esmero su vocación sacerdotal. Apenas tenía escasos siete años. El Señor sigue llamando y espera que también nuestras determinaciones sean firmes. Estimados jóvenes, reiniciamos nuevamente en este año 2011 la emisión de los boletines vocacionales, para que nos ayudemos a cultivar en la vocación. He comentado esta anécdota de la vocación del primer Obispo de Cartago, porque en marzo se cumple el aniversario de su muerte. Tendremos la celebración eucarística por él en la catedral el 15 de marzo. Siendo un hombre que dejó huella entre sus sacerdotes es válido recordarlo. Este mes está lleno de celebraciones, inicia la cuaresma, el aniversario de la muerte de Monseñor Calderón, la fiesta de san José, la fiesta del Seminario, son días para que vivamos con espíritu de fe y digamos como el niño Gabrielito, ya sé qué es lo que voy a hacer cuando grande: ¡voy a ser sacerdote!. |
|